Origen de la Salsa como género musical
El músico Eduardo Morales (1969-) define la salsa como “un nuevo giro de los ritmos tradicionales al son de la música cubana y la voz cultural de una nueva generación” y “una representación de la identidad cubana y latina en Nueva York”. El director cubano Machito afirmaba que la salsa era, más o menos, lo que el había tocado durante cuarenta años (entre 1930 y 1970) antes de que el género musical se denominara así.El célebre músico neoyorkino y de ascendencia boricua (puertorriqueña), Tito Puente, afirmaba que “la salsa, como ritmo o música, no existe. La música que llaman salsa es la que he tocado desde hace muchísimos años: se llama mambo, guaracha, chachachá, guaguancó. Todo es música cubana. La salsa se come; no se ve, no se oye, no se baila”.
La salsa presenta las siguientes características:
Ritmo: Utiliza como base el patrón rítmico del son cubano, con clave de son en dos compases de 4/4.
Melodía: Presenta una mezcla de rasgos melódicos cubanos y rasgos del jazz tradicional estadounidense. El jazz no es imprescindible en la salsa; se usa dependiendo del arreglo musical.
Armonía: Acopla rasgos armónicos tradicionales cubanos con rasgos más modernos.
Instrumentación: Usa instrumentos cubanos popularizados desde los años veinte: pailas o timbales, bongó, güiro cubano, cencerro, dos maracas (en otras regiones solo se usaba una), conga (se diferenciaba de otros tambores afrolatinos por su herraje de afinación), y los instrumentos piano, contrabajo (en algunos casos bajo eléctrico), trompeta, saxofón (sobre todo barítono) y trombón (en algunos casos y sobre todo en salsa tradicional, se utilizaba la flauta traversa y el violín)
Salsa
Significa ‘aderezo’ en español, popularmente se ha adoptado como una palabra asociada metafóricamente con el sabor, la alegría y la fuerza de la vida.
En 1933, el músico cubano Ignacio Piñeiro utilizó por primera vez un término relacionado, en un tema del son cubano titulado “Échale salsita”.
A mediados de los años cuarenta, el cubano Cheo Marquetti emigra a México. De regreso en Cuba, con influencia de las salsas picantes de comida, le da ese nombre a su agrupación Conjunto los Salseros, con quienes grabó un par de discos para Disqueras Panart y Egrem. En 1957 viajó a Caracas por motivo de varios conciertos en esa ciudad y fue en Venezuela donde se dio nombre al género y se comenzó a designar como “salseros” a los intérpretes de este género de música sonera.[cita requerida]
La autora de música Sue Steward afirma que la palabra fue originalmente usada en la música como un «llanto de apreciación para un picante particular o un solo rápido», viniendo a describir un género de música específico de la mitad de los años setenta «cuando un grupo de músicos latinos de Nueva York, comenzó a examinar los arreglos de las grandes bandas clásicas populares desde la era del mambo de los años cuarenta y cincuenta». Ella menciona que la primera persona que usó el término «salsa» para referirse a este género musical fue un disc-jockey de radio venezolano de nombre Phidias Danilo Escalona, quien emitía un programa radial matutino llamado “La hora de la salsa” en el que se difundía la música latina producida en Nueva York como una respuesta al bombardeo de la música rock en aquellos días (la beatlemanía). Era la hora del almuerzo, del aderezo, del sabor, y por supuesto, del son cubano, el guaguancó, la guaracha y el montuno.
Pero no es sino hasta los años setenta cuando se dio el boom de la palabra “salsa” como definición al género musical, por el surgimiento de la famosa orquesta Fania All-Stars, dirigida por el dominicano Johnny Pacheco quien ―junto al desaparecido abogado Jerry Masucci― fundarían el importante sello salsero Fania Records.
Ed Morales también menciona la palabra usada para animar una banda que incrementa el tempo y “pone a los bailarines en una parte alta” para agradecer un momento musical (y) expresar un tipo de nacionalismo cultural, proclamando el calor y sabor de la cultura latina”. También menciona a Johnny Pacheco, que realizó un álbum llamado Salsa na’ má, que Morales tradujo como “solo necesitas un poquito de salsa o condimento”.
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